El asma es una condición pulmonar crónica caracterizada por una inflamación de las vías respiratorias que produce una obstrucción al flujo de aire. También causa una híper-respuesta bronquial o bronco constricción donde hay estrechez de la vía aérea exagerada por varios estímulos. Se caracteriza por episodios recurrentes de dificultad respiratoria, tos y secreciones bronquiales.
Existen dos tipos de asma, asma alérgica y no alérgica. El paciente con asma se le hinchan o inflaman los bronquios al exponerse a sustancias inhaladas del ambiente (químicos, alérgenos, particulado, etc.), cambios de temperatura, de humedad o a alérgenos que entraron por el sistema digestivo o como respuestas emocionales. La mayoría de los casos requieren tratamiento farmacológico. En Puerto Rico la incidencia de asma es de las más altas en América y en los EUA. Tenemos no solo la mayor incidencia de todos los grupos raciales o étnicos, sino también la mayor severidad y un alta mortalidad.
Los síntomas comunes del asma son:
No todas las personas que tienen asma presentan estos síntomas. Estos síntomas tampoco siempre indican asma.
Los mejores métodos para diagnosticar el asma son una prueba de función pulmonar[1], preguntas sobre los antecedentes de salud del paciente (entre ellos tipo de asma y la frecuencia de los síntomas) y hacerse un chequeo físico. Las personas con padecimiento de asma deben preparar junto a su médico un plan para el manejo del asma. Deben identificar los causantes del asma y mantener el uso de medicamentos, según indicado por su médico.
El asma, aunque no se puede prevenirse, ni curar, si puede mantenerse bajo control. El tratamiento se enfoca en evitar a exponerse a sustancias o ambientes que causen las reacciones asmáticas. Esto ayuda a controlar la inflamación de las vías respiratorias.
Puedes usar dos tipos de medicamentos:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003853.html