La influenza (o gripe) es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por el virus de la influenza y generalmente comienza repentinamente. Este virus puede causar una enfermedad de leve a grave seriedad con complicaciones, a veces llevando a la muerte. Las infecciones sin úsales y del oído son ejemplos de complicaciones de la influenza, mientras que un ejemplo grave de enfermedades causadas por la influenza es la neumonía. Otras posibles complicaciones graves pueden ser la inflamación del tejido que rodea el corazón (miocarditis), el tejido cerebral (encefalitis) o el tejido muscular (miositis, rabdomiólisis) y la insuficiencia multiorgánica (p. ej., insuficiencia renal y respiratoria).
Los niños pequeños, adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas y personas con ciertas enfermedades crónicas se encuentran entre los grupos de personas con alto riesgo de presentar complicaciones graves por la influenza, posiblemente necesiten ser hospitalizadas e incluso pueden morir.[1] Por ejemplo, las personas con enfermedades pulmonares crónicas corren mayor riesgo de sufrir neumonía[2]. La influenza también puede empeorar otros problemas de salud crónicos, las personas con asma[3] pueden sufrir ataques de asma mientras tienen influenza y las personas con enfermedades cardíacas crónicas[4] pueden presentar un agravamiento de su condición desencadenado por la influenza.
Síntomas de la influenza incluyen:
La influenza puede causar fiebre o el sentirse afiebrado o con escalofríos, pero no siempre es un síntoma de influenza.
Dado la prevalencia de la influenza, muchos pueden diagnosticarla por sus síntomas. También existen varios tipos de exámenes, conocidos como pruebas de diagnóstico rápido de la influenza (RIDT). Estas pruebas detectan que partes del virus están causando los síntomas en el sistema inmunológico.[5] Aunque rápido, no necesariamente son acertados en el 100% de los casos. Por eso existe otra prueba llamada ensayos rápidos moleculares. Estos trabajan con el componente genético del virus.[6] Otras pruebas más extensas o asertivas se hacen en clínicas o hospitales y requieren una muestra de dentro de la nariz o dentro de la garganta con un hisopo de algodón.
Para tratar la influenza, pacientes deben tomar medicamentos antivirales, que ayuden a disminuir los síntomas más rápidamente y evitar que la influenza se complique con otras enfermedades como pulmonía.[7] También se les recomienda a los pacientes que tomen mucho líquido, descansen, tomen aspirina o ibuprofeno, y a veces tomando un descongestionante recetado por un médico.[8] Para evitar que influenza se complique, médicos recomiendan vacunación anualmente contra la enfermedad.
[1] https://espanol.cdc.gov/enes/flu/about/disease/high_risk.htm
[2] https://www.cdc.gov/pneumonia/index.html
[3] https://espanol.cdc.gov/enes/flu/asthma/index.htm
[4] https://espanol.cdc.gov/enes/flu/heartdisease/index.htm
[5] https://www.cdc.gov/flu/about/qa/testing.htm
[6] https://www.cdc.gov/flu/about/qa/testing.htm
[7] https://www.cdc.gov/flu/consumer/treatment.htm
[8] http://www.lung.org/lung-health-and-diseases/lung-disease-lookup/influenza/diagnosing-and-treating-influenza.html