La pulmonía es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones, formados por pequeños sacos, llamados alvéolos. En las personas sanas los alvéolos se llenan de aire al respirar. En los individuos enfermos con pulmonía, sus alvéolos están llenos de pus y líquido, que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.
La pulmonía puede ser viral, causada por bacterias u hongos. Personas más propensas incluyen fumadores o personas con condiciones del corazón.[1] Esta infección se puede prevenir con la correcta inmunización, una alimentación adecuada y controlando factores ambientales. La pulmonía también puede surgir con el uso de un ventilador.[2] Cuando la pulmonía es causada por bacterias, el paciente puede tratar la enfermedad con antibióticos recetados por un médico.
Síntomas de pulmonía incluyen:
Las dos maneras más típicas de diagnosticar la pulmonía son en un examen físico con un médico y con una radiografía. En ciertos casos, se requieren exámenes adicionales para diagnosticar la pulmonía como: exámenes de sangre, tomografías computarizadas del pecho, o un análisis de flema o mocos.[4]
Para tratar la pulmonía y asegurar que no se complique, pacientes deben seguir un régimen que incluye tomar mucho líquido, descansar, tomar aspirina o ibuprofeno para controlar la fiebre, y tomar antibióticos según han sido recetados por su médico.[5] En casos muy extremos, el paciente debe ser atendió en un hospital.
[1] https://www.cdc.gov/pneumonia/index.html
[2] https://www.cdc.gov/pneumonia/
[3] http://www.lung.org/lung-health-and-diseases/lung-disease-lookup/pneumonia/symptoms-causes-and-risk.html
[4] http://www.lung.org/lung-health-and-diseases/lung-disease-lookup/pneumonia/diagnosing-and-treating.html?referrer=https://www.google.com.pr/
[5] http://www.lung.org/lung-health-and-diseases/lung-disease-lookup/pneumonia/diagnosing-and-treating.html